miércoles, 14 de febrero de 2007

Algo se muere en el alma cuando un amigo se va

Queridos Amigos

En nombre de nuestro querido Ford Sauna en el que tantas aventuras y patrullas vivimos, os pido una oración por su alma, ya que hoy será llevado a un desguace para ser hecho mixtos como diría Rajoy.

Siempre recordaremos las calurosas veladas en su interior, nuestros bolletones nocturnos, nuestros espionajes, nuestras terapias de grupo como decía Félix, en fin, para mí que fuí su humilde conductor y para otros como Juan Gálvez que fue la persona que más calor sintió en su interior o que también probó el rugido temible de su motor, hoy es sin duda un día triste.

También vivimos momentos de descubrimiento, como cuando Juan Bautista comprobó en el Mirador que su hermano y su cuñada hacían algunas cosas más que darse la manita, aunque como es normal, nuestro querido Topper nunca aceptó lo que contemplaron sus ojos y prefirió creer que en Arganda hay otro Peugeot 409 de color rojo y con una pegatina de León en su parte trasera. Quién sabe tal vez esté él en lo cierto, no nosotros.

O cómo no, mis queridos Malavia y Sergio, fue en el Sauna donde por primera vez Juan Gálvez os explicó los misterios de vuestra efervescente sexualidad y los ocultos secretos de vuestros vaivenes hormonales, vosotros que sois la pura encarnación de la inocencia.

Perdonádme por la extensión de este correo, sin quererlo he dado rienda suelta a mi tristeza, pero trataré de contenerme para no emocionarme.

Espero que nunca le olvidéis, yo nunca lo haré.

Un fuerte abrazo,

Juan Pablo, el caprichito de las nenas... bueno, de algunas

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